Miguel Ángel.

Un genio en el arte de la arquitectura.

Miguel Ángel (retrato de Baccio Bandinelli, 1522)
Michelangelo Buonarroti fue un hombre solitario, iracundo y soberbio, constantemente desgarrado por sus pasiones y su genio. Dominó las cuatro nobles artes que solicitaron de su talento: la escultura, la pintura, la arquitectura y la poesía, siendo en esto parangonable a otro genio polifacético de su época, Leonardo da Vinci. Durante su larga vida amasó grandes riquezas, pero era sobrio en extremo, incluso avaro, y jamás disfrutó de sus bienes.




Cuando en 1516 recibió su primer encargo arquitectónico, Michelangelo Buonarroti había cincelado estatuas como el David y pintado los frescos de la Capilla Sixtina; era ya, pues, un artista célebre. El papa León X, hijo de Lorenzo el Magnífico, confiaba ciegamente en su talento y le encomendó un proyecto para la fachada de la iglesia florentina de San Lorenzo, templo familiar de los Médicis.



La maqueta y los dibujos conservados revelan que Miguel Ángel siguió un diseño anterior de Giuliano da Sangallo, pero enriqueciéndolo con un extenso programa escultórico de dieciocho estatuas con las que pretendía situar esta obra al nivel de las exuberantes portadas del gótico. Una vez más, intentaba representar un universo donde el cuerpo humano y el marco arquitectónico apareciesen indisolublemente unidos, tal y como había previsto antes para la tumba de Julio II y logrado con los frescos de la bóveda de la Capilla Sixtina.



Miguel Ángel fue sin duda un arquitecto de renombre, y aun lo sigue siendo. A él se le atribuyen obras arquitectónicas como: 

  • La Basílica de San Pedro
  • la Capilla Sforza en Santa Maria Maggiore
  • la reordenación de Santa Maria degli Angeli
  • el proyecto para San Giovanni dei Fiorentini
  • la reordenación de la plaza del Campidoglio
  • La Biblioteca Laurenziana
  • la Sacristía Nueva

La Sacristía Nueva
















Cúpula de la Basílica de San Pedro

















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